martes, 10 de abril de 2012

El Nombre del Viento de Patrick Rothfuss.


Abril siempre se a caracterizado por ser de alguna forma el mes dedicado a la literatura con su tradicional 23 de Abril dedicado al día del libro y en que se otorga el premio Cervantes. Bueno, como el que os escribe es un gran consumidor de celulosa impresa desde el blog este mes de Abril dedicare especialmente varias entradas a varias reseñas de novelas (que seme acumula en el editor desde hace tiempo) y escritores y curiosidades sobre este mundo lleno de letras y libros. Pues ahí vamos con la primera reseña de este mes: El Nombre del Viento de Patrick Rothfuss.

“Me llamo Kvothe. He robado princesas a reyes agónicos. Incendié la ciudad de Trebon. He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo. Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que a la mayoría todavía no los dejan entrar. He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día. He hablado con Dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos. Quizá hayas oído hablar de mí. Esta es mi autentica historia”

Esto es lo que dice Kvothe, el protagonista de nuestra historia, antes de comenzar a narrar la historia de su vida. Un párrafo muy sugerente y logrado que se utiliza habitualmente como cabecera para reseñar la novela y que fue utilizado para promocionar la obra en TV. La historia tiene un comienzo digamos que flojo en cuanto a acción pero sin embargo si nos atrapa desde el comienzo es por la extraña magia que ejerce cada palabra que va hilando la historia algo así como cuando te cuentan una historia a la luz de una fogata, el arte y el placer de contar historias. Pero antes de empezar de hablar de recursos literarios, tramas y demás vamos por lo primero: la historia.


La historia empieza con Kote, un apacible posadero de cabellera rojiza que regenta la posada Roca de Guía donde la gente del lugar entre trago y trago y bocado de estofado se entretienen contando historias  y leyendas. Entre estas historias se encuentra los pedazos y los chismes sobre un hombre: Kvothe, el héroe de algunas historias para algunos y el villano de otras para otros. Este tal Kvothe (pronunciado  Kuouz) supuestamente esta muerto o que simplemente nunca existió. Hasta que cierto día aparece en la posada un hombre que se hace llamar Cronista: una especie de historiador y biógrafo que viene en busca no solo de  Kvothe  sino para aberiguar la autentica verdad entre tanto rumor.
Pero Cronista logra descubrir que Kote el apacible posadero de Roca de Guía  no es  otro que el legendario Kvothe, y le pide que le cuente su historia.
Aunque al principio se niega, Kvothe termina aceptando. Y así empieza a narrar su historia, una que nadie sabe ni conoce por completo solo él. Una historia que para relatarla tendrá que emplear tres días ni un día  menos ni uno más. Una historia que parece ser un veneno que le ha carcomido el brillo de los ojos, la juventud y la pasión.
Por lo que esta primera novela se correspondería al primer día de narración (es decir que hay dos novelas más que completan la historia de Kvothe).
El protagonista Kvothe, es un personaje con el que somos capaces de simpatizar en todo momento, incluso eclipsando, en ocasiones a algunos de los personajes secundarios, que a pesar de desarrollar un papel interesante en la trama y estar muy bien trabajados pueden, o bien pasar desapercibidos para el lector, o bien dejarles con la curiosidad de conocer más detalles sobre su historia y todo porque son eclipsados por este "niño prodigo" llamado Kvothe. Con el pequeño Kvothe somos testigos de la vida itinerante de una troupe de artistas que van de aldea en aldea y de ciudad en ciudad y como un arcanista llamado Ben le va instruyendo en el saber humano y en algo llamado Simpatia. Luego conocemos su adolescencia en las calles de una gran ciudad, donde tendrá que mendigar y robar para seguir viviendo a pesar de las palizas y las broncas en las que se verá inmerso (y que harán al lector simpatizar más con el protagonista y porque no decirlo sufrir con el cada paliza y cada noche durmiendo en la indigencia) y luego a sus días como estudiante en la universidad, a donde fue atraído por los libros de su famosa biblioteca y en la que pretende descubrir cosas sobre los enigmáticos chandrian: los asesinos de su familia y de los miembros de la troupe.
La narración es un gran mosaico de pequeños detalles que poco a poco cobran sentido, el más mínimo gesto, la palabra más casual se convierte en una gran pista de las intenciones de los personajes de o de lo que va a ocurrir al lector de afilada mirada (como me a quedado la frasecita jejeje). El autor aporta toques poéticos a la narración y lleno de metáforas que enriquecen las descripciones y un regusto por lo teatral. Otro aspecto a destacar es la estructura ya que se encuentra en dos tiempos: el presente y pasado narrado este ultimo por el propio protagonista.  Sin embargo durante la novela la historia sufre desniveles y en algunos casos se abusa de algunas escenas en exceso. Al principio y al final el ritmo es mucho más lento que por ejemplo en el centro de la trama, lo que puede provocar que algún lector impaciente dejé la lectura antes de llegar a la mejor parte, o que el final nos sepa a poco y no consiga engancharnos de cara a la continuación de la trilogía. Y como digo al ser Kvothe un personaje tan magnético, deslumbrante hace que quede muchos interrogantes sobre los otros personajes secundarios pero importantes de la historia.
Uniendo lo anteriormente dicho tanto los pros como los contras de esta novela si lo juntásemos en un vaso y le diéramos a la batidora nos daría un jugoso bet seller de estos originales rebosantes de calidad que es un placer devorarlos.
Para mí, su lectura ha sido un golpe de aire fresco ahora solo me falta por seguir engullendo la historia de Kvothe cuya segunda parte "El temor de un hombre sabio" ya está a la venta. Espero que os haya gustado mi reseña y os haya animado a leer este librejo (sí, es gordito pero qué más da cuando uno está disfrutando de una gran historia) :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario